Las cámaras de acción tienen el monopolio del sector y han desbancado por completo a lo que antes conocíamos como cámaras compactas. Su utilidad y desempeño aportan muchos beneficios a aquellas personas que deseen emplearlas en entornos “de aventura”. Por ejemplo, montando en moto, haciendo una bajada con el snowboard o bien pegando brincos en una bicicleta. Ese tema de “la pongo donde desee y me olvido si se moje o bien reciba un golpe” es exactamente lo que ha hecho que sus éxitos sigan acrecentando día a día.
GoPro como empresa comenzó en el momento en que su fundador llevó con él un borrador de lo que llegaría a ser la más conocida cámara de aventuras en un viaje por el continente asiático. Testeando su propio producto se dio cuenta del potencial que había inventado y no demoró en sacarlo al mercado. Tras su último gran éxito, la GoPro Hero 4: http://goprobro.com/analisis-gopro-hero-4/. La primera GoPro en salir representó un estallido en el mercado, y poco tardarían ciertas grandes marcas en competir por el campo de las cámaras de acción. A estas famosas marcas se debe sumarle algunas empresas asiáticas que mueven con inversiones mucho más bajos ofertando material de gran competitividad. Estas son, por poner un ejemplo Xiaomi (Su cámara de acción está considerada como la mejor elección calidad-precio del mercado) o bien Qumox. En la actualidad, GoPro ha metido el gran brinco a el mercado de valores y ya cotiza junto a las enormes compañías. Últimamente está de moda utilizar drones combinados con las cámaras de acción para sacar tomas increíbles como estas: http://www.yorokobu.es/hasta-el-rey-se-ha-subido-a-la-moto-de-los-drones/
Entre los puntos y misterios que aún está por resolver es la perdurabilidad de la carga. A los poseedores de GoPros nos escasean horas de desempeño, y lo más común es comprar más de una baterías cargadas en la mochila. Es cierto que el nuevo producto de GoPro, la Hero 4, ha perfeccionado bastante el desempeño y ofrece de 3 a cuatro horas de manejo sin descanso.